Aducen que la capacidad de las unidades es muy reducida, además los horarios son exiguos y no llegan a colmar la demanda diaria por lo que muchos usuarios se ven afectados. “Hay gente que está quedando en la ruta sin poder viajar, esperemos se tomen las medidas necesarias”, dijo a LA CAPITAL, el concejal de Unidad Ciudadana, Fabián Otegui.
MIRAMAR (Corresponsal).- La desaparición del servicio de pasajeros de la empresa Rápido del Sud, que de por sí tenía deficiencias, creó una señal de esperanza para los pasajeros que utilizan este transporte público con el arribo de Costa Azul, aunque la realidad es que los inconvenientes, por el momento, lejos están de solucionarse, especialmente para aquellos que deben movilizarse entre Comandante Nicanor Otamendi, Miramar y Mar del Plata.
“Hay gente que se está quedando en la ruta sin poder viajar, esperemos que la empresa tome las medidas necesarias. Otros terminan pagando un mal servicio que si bien tiene unidades nuevas no cuentan con la capacidad suficiente y franjas horarias acordes para llevar a todos”, indicó a LA CAPITAL, el concejal de Unidad Ciudadana, Fabián Otegui, una de las caras visibles del reclamo.
Existe una gran cantidad de alumnos de escuelas ubicadas en parajes y muchos trabajadores de quintas en la zona del Boquerón y Batán. También chicos y jóvenes que se trasladan a estudiar a la misma localidad de Otamendi y los pocos horarios son otra de las verdaderas trabas.
Especialmente entre Miramar y Otamendi, los traslados se realizan en “ómnibus local”, donde las personas deben ir con abrigo por demás ante las bajas temperaturas.
“Si viajas una sola vez en esos colectivos no te dan ganas de subir más. Es imposible a veces, este lunes hizo 1 grado bajo cero de sensación térmica a las 6 y madres iban con sus nenes al hospital, otros a realizar trámites o mismo a trabajar, muchas veces hay que esperar afuera. Soy usuario, voy a Miramar todas las semanas y por eso hablo con conocimiento de causa”, sostuvo el legislador municipal.
La capacidad física de los ómnibus también dista de ser la ideal de acuerdo a la intensa demanda que cubre las rutas 88, 77 y 11, algo que de acuerdo a la realidad de un servicio monopólico ya debería estar solucionado, aún más teniendo los antecedentes de cómo operaba la firma anterior.
“En pleno invierno esperar en la ruta otro colectivo una hora y media porque el que debes tomar viene lleno es terrible. En horario pico no hay un servicio adicional como antes”, puntualizó Otegui.
Otra de las cuestiones, es que aún no se habilitaron los pases estudiantiles correspondientes de niveles primarios y secundarios, lo que complica aún más la situación de los pasajeros a quienes no les queda otra alternativa que pagar la tarifa estipulada.
En su momento la empresa comunicó que los trámites debían realizarse en el local de UTE El Libertador en avenida Luro y Salta de Mar del Plata, pero aún, al menos una gran mayoría de los usuarios no obtuvo respuestas. En otros casos, las planillas fueron rechazadas ya que se les informó que, “el descuento sólo era habilitante para aquellos que concurrían a escuela pública o municipal, o bien privada con el 80% de subvención”.
“Antes pagábamos 4 pesos mensuales ahora 20 o 30 pesos por cada vez que se lo aborda – en casos todos los días ida y vuelta -, es muy difícil costear ese gasto para las familias”, destacó una usuaria a este medio.
El castigado Rápido del Sud con sus falencias largamente reclamadas ya es historia aunque los inconvenientes siguen estando. Queda en las autoridades competentes y la misma empresa poder brindarles una mejor calidad de servicio a los pasajeros.